Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



domingo, 18 de mayo de 2014

TSUKI NO HIKARI, ESCENA ESPECIAL II

"Y lo que pasó después..."

Han pasado varios años desde que la cruda guerra entre vampiros y hombres lobo finalizó trayendo consigo una nueva camada de cachorros híbridos (mezcla de ambas especies) y una nueva forma de vida pacífica entre los dos bandos. Todo había comenzado con un príncipe vampiro y su guardián licántropo quienes se enamoraron profundamente y fueron condenados a muerte por estos mismos sentimientos. Sin embargo quienes le pusieron fin fuero parejas similares e incluso ahora existían otros dos chicos híbridos que se llamaban y lucían exactamente igual a aquellos dos.

Uchiha Sasuke (de aparentes 17 años), segundo en la línea de sucesión al trono vampírico, era hijo del primer príncipe Uchiha Sai y el líder de los hombres lobo Sabaku no Gaara. En esos momentos se encontraba en el enorme jardín del gremio Uchiha el cual era dirigido por su padre. Aunque normalmente él vivía en la guarida central de los hombres lobo, había ido a refugiarse con Sai ya que ocupaba meditar en un asunto muy importante sin tener distracciones rubias de ojos azules.
-¿Qué es lo que te tiene tan pensativo?
El moreno se sobresaltó, pues estaba tan distraído que no escuchó llegar al gran Uchiha Itachi, actual rey de los vampiros y su abuelo.
-Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, Sasuke.
-Sí, pero no quiero que me asesines.
-¿Por qué querría hacer eso? Eres mi preciado nieto.
-Y también eres el exagerado padre de Naruto, majestad.
El chico sabía cuánto odiaba su abuelo que lo llamara así. Itachi siempre había sido muy cariñoso y protector con él, no lo malcriaba, sino que le enseñaba a esforzarse y luchar por lo que deseaba. Sasuke a veces sentía que su abuelo lo miraba de una manera extraña, con una mezcla de melancolía, orgullo y felicidad. Ambos mantenían una relación muy estrecha, pero eso no aseguraba que diera brincos de emoción debido a la elección de su corazón.
-Sasuke…
-Lo que pasa es que mi hijo está preocupado de morir a manos de su propio abuelo debido a sus sentimientos, Itachi-sama.
Ambos voltearon encontrándose con un sonriente Sai. El menor se sonrojó un poco ante las palabras de su padre y lo miró con el ceño fruncido. Sai se acercó a él y le picó la frente con el dedo.
-Me recuerdas tanto a Gaara-san cuando se enfada y quiere golpearme –dijo, riendo-. Eres tan tierno cuando te avergüenzas, Sasuke-kun.
-¡Claro que no lo soy!
-Entonces –habló Itachi de nuevo- lo que has estado meditando tan profundamente… es que amas a Naruto, ¿cierto?
El rey se contuvo de añadir “a mi segundo hijo, hermano menor de tu padre por lo que vendría siendo tu tío”. Los lazos sanguíneos que unían a Sasuke con la persona a la que amaba habían sido una constante desde que sus padres comenzaron a sospechar la forma en que se miraban, pero habían hecho el silencioso acuerdo de no intervenir en sus decisiones. Jamás soportarían condenar ellos mismos de nuevo a los chicos con esos nombres.
-En realidad –Sasuke lucía incómodo ante las miradas de los otros dos, ya que no solía hablar de temas tan personales-… no. Lo que estaba pensando es en cómo pedirle que sea mi pareja.
Tanto él como el rubio Naruto tenían claro desde pequeños que querían estar juntos para siempre, por eso jamás habían visto a alguien más con intenciones amorosas. Pero aunque ahora hubiera paz las cosas no eran tan sencillas y ambos adultos sabían por qué.

Conforme pasaron los años surgieron algunas disputas por los niños híbridos. Todos sabían que aquellos con sangre mezclada tenían habilidades excepcionales que muchos deseaban, esto fue evidente cuando Rinnengan Ayumi, la primera mujer híbrida, se acercaba a la etapa en que estaría lista para comenzar a aparearse y emparejarse (aunque siguiera siendo muy joven). El primer niño híbrido era Aburame Kino (primogénito de Aburame Shino e Inuzuka Kiba, líder de la familia Aburame y jefe del clan Inuzuka respectivamente, ambos de la región oeste), pero él declaró abiertamente que ya había escogido a Hatake Iruka, hija de Hatake Kakashi (jefe del clan Hatake del norte), y los padres de ambos avalaban su compromiso, los demás no pudieron hacer nada más que resignarse y entonces Ayumi se convirtió en el próximo trofeo.

Machos de ambas especies acudieron a sus padres solicitando la mano de la joven y dialogando por qué eran los indicados. Hubo varias disputas en las que tuvieron que intervenir Itachi y Gaara como mediadores para evitar que Nagato, padre de Ayumi (y líder de la región oeste), cometiera homicidio. Afortunadamente sabían que nadie podría acercarse y atacar a la dulce jovencita, ya que desde niña un hombre lobo había permanecido a su lado para cuidarla y un día tomarla como su pareja: Sasori, el primogénito y siguiente líder del clan Nara en el este (además de sobrino de Gaara). Los ojos de Ayumi cuando miraba al pelirrojo hablaban por sí solos.

-No te preocupes, Sasuke-kun –su padre le puso una mano en el hombro-, nosotros no permitiremos que alguien se interponga y quiera influir en su decisión.
-… ¿De verdad, Otou-san? –suspiró- ¿Y no dirán nada sobre que somos muy jóvenes para llevar a cabo el intercambio de mordidas?
-Bueno, yo no soy el mejor ejemplo para regañarte por eso o decirte que eres joven.
-Sí, Gaara es un maldito asaltacunas –no pudo evitar decir el rey
-Pero si tú también lo fuiste, Itachi-sama. Deidara-kun era muy joven cuando se emparejaron.
-Es cierto –sonrió Sasuke con burla, pero luego suspiró-. ¿Y lo de ser… familia?
-Nosotros jamás hemos dicho nada al respecto –dijo Itachi y le golpeó la frente con los dedos en gesto cariñoso-, porque tal parece que ustedes nacieron para estar juntos. Sólo deseo que ambos sean tan felices como merecen, Sasuke.

Namikaze Naruto (de aparentes 17 años también) era el segundo hijo del rey de los vampiros Uchiha Itachi y del segundo al mando de los hombres lobo Namikaze Deidara. Se encontraba frente a la tumba del difunto tío cuyo nombre compartía y del resto de su familia. Desde que era pequeño por alguna razón tenía una extraña conexión con ese lugar, iba a él cada que necesitaba pensar. Además en ese momento estaba un poco deprimido debido a la ausencia de su compañero, mejor amigo y persona más importante quien sin dar explicaciones decidió ir con Sai (su hermano mayor) al gremio Uchiha.
-Maldito teme –murmuró con enfado
-Entonces si es él la razón por la que estás así.
-¡Tou-chan! –gritó sonrojándose
Deidara sonrió ante la expresión de su primogénito. Debido a que la eterna sonrisa de su hijo se había esfumado luego que Sasuke se marchó, no fue difícil suponer el motivo para que últimamente luciera deprimido. Antaño se preocupaba mucho por ese asunto, ya que Sasuke venía siendo sobrino de Naruto a pesar de que el moreno fuera un año mayor en edad. Sin embargo su esposo Itachi le hizo entender que en el corazón no se mandaba, ellos eran una prueba de sus palabras, además de que conocía bien a Sasuke y sabía la forma en que sus padres lo criaron, por eso estaba convencido de que no existía un candidato mejor que él para su hijo. La mirada llena de cariño y protección que le dedicaba a su cachorro le hacía pensar que seguro era la misma forma en que su difunto cuñado alguna vez miró a su preciado difunto hermano.
-No te preocupes, Naru, seguro que Sasuke volverá pronto. Él tampoco soporta estar mucho tiempo lejos de ti.
-E-Eso lo sé, tou-chan.
-Solamente ocupa acomodar sus ideas.
Con ellos había llegado Sabaku no Gaara, líder de los hombres lobo, esposo de Uchiha Sai (lo que lo volvía cuñado del pequeño rubio) y padre de Sasuke.
-Gaara-san –lo miraron ambos ojiazules
-Todos sabemos bien lo que ocurre entre ustedes dos, Naruto, lo hemos aceptado desde hace mucho. Así que tú también debes sentirte tranquilo. No dejaremos que nadie interfiera entre tú y Sasuke. Además te aseguro que mi hijo siempre encontrará la manera de regresar a ti.
Naruto le sonrió con cariño y asintió. Deidara sabía bien todo lo que implicaban las palabras de Gaara: Naruto y Sasuke iban a ser la primera pareja entre dos híbridos, por eso se habían vuelto el centro de atención para los más cercanos a ellos y que conocían su lazo tan estrecho. Si un cachorro híbrido tenía grandes habilidades, la descendencia de ellos dos serían criaturas jamás antes vistas. Sai fue el primero que les hizo caer en cuenta de ese detalle, por lo que el lobo pelirrojo e Itachi hicieron un pacto para no volver a perder a sus seres queridos como ocurrió antes del inicio de la guerra.
-Es algo deprimente que mi pequeño Naru creciera tan rápido –suspiró Deidara-, pero pues no se pudo evitar. Eso de emparejarnos jóvenes o con alguien mucho más joven ha de ser cosa de familia, jajaja.
-Jajaja, cierto, tou-chan –sonrió Naruto y los miró-. Gracias a ambos por estar aquí y lamento preocuparlos. Pero estoy bien, en serio, porque sé que cuento con su apoyo y también el de Sai nii-chan e Itachi otou-san. Mientras eso continúe puedo enfrentarme a los clanes de hombres lobo, los gremios vampíricos y al resto del mundo –apretó el puño con decisión-. ¡Por nada pienso perder a ese teme!
-Sí –el mayor le acarició la cabeza con cariño-, y esta vez no dejaré que te separen de él.

Una semana transcurrió después de aquellas conversaciones. Era de noche y la familia se encontraba reunida en la guarida central de los hombres lobo. Un niño pelirrojo de ojos negros (y aparentes 12 años) jugaba con unas gemelas rubias (de aparentes 10 años). Él era Sabaku no Shin, el hermano menor de Sasuke. En opinión de Gaara e Itachi, él era tan inocente como Sai cuando joven, razón por la que su pelirrojo padre era tan protector con él, ya que no quería que alguien lo corrompiera y pervirtiera tan pronto. O según Itachi, tenía miedo de que alguien le hiciera lo mismo que él al rey vampiro con respecto a Sai.

Mientras que las gemelas eran Uchiha Mikoto y Namikaze Kushina, las princesas de Itachi y Deidara. Ambos habían acordado llamarlas como sus queridas madres; Kushina tenía ojos azules y los de Mikoto eran negros. Solían molestar mucho a su rubio hermano, pero también eran muy posesivas con él. De hecho al único macho que le permitían acercársele demasiado era Sasuke porque sabían de sus sentimientos y además se trataba del hijo de sus preciados onii-sama y nii-sama (como llamaban a Sai y Gaara respectivamente).
-Me pregunto cómo les estará yendo a los chicos –mencionó Deidara con nostalgia
-Sasuke-kun lo planeó detalladamente –dijo Sai, sonriendo-. Así que todo estará bien.
-Ellos se pertenecen el uno al otro desde antes de nacer –comentó Gaara al rey; ellos estaban algo apartados de sus consortes
-Cierto –respondió Itachi-. Por eso juramos no dejar que la parte trágica de la historia volviera a repetirse.
-Sin embargo… ¿Sasuke debió elegir precisamente “ése” lugar de entre todos los posibles?
-Quizá lo siente en el fondo de su corazón: que ahí hay algo pendiente.

En un lugar alejado de donde estaban sus familias, pero todavía dentro de la región central, Naruto llegó a un viejo y abandonado castillo que alguna vez albergó a la familia real vampírica y su corte. Ahora lucía lúgubre y tétrico, pues todavía conservaba los daños producidos durante la guerra. El rubio se guiaba por el olor de Sasuke, pero justo en ese momento con sus agudos oídos escuchó una lenta y hermosa melodía de violín. Para él era fácil distinguir al intérprete, pues desde que comenzó a estudiar con el instrumento, Sasuke solía tocar para él.

Naruto continuó avanzando entre pasillos hasta llegar a una alejada y escondida habitación que lo hizo sentirse extraño. Ahí de pie en el centro se encontraba su moreno violinista que en cuanto miró al rubio detuvo su interpretación y lo miró fijamente.
-Hola, dobe –le sonrió como sólo ante él lo hacía
-Hola, teme. ¿Por qué me citaste aquí?
-Siempre tan impaciente, Naru –dejó el violín sobre la vieja cama y fue hasta quedar frente a él-. Itachi ojii-san me dijo que aquí fue donde anteriormente vivían nuestros antepasados vampiros cuando eran servidos por los licántropos antes de la guerra.
-Sí, lo sé.
-También fue aquí donde nuestros tíos se conocieron.
-Eso también lo sé, Sasu. Pero sigo sin entender qué…
Se detuvo al ver cómo el moreno colocaba una rodilla en el suelo para inclinarse ante él, le sujetó las manos y lo miró con tanta añoranza que hizo a Naruto sonrojarse y ponerse nervioso. Todo comenzaba a cobrar sentido.
-Namikaze Naruto –habló-: te amo, siempre lo he hecho, por eso deseo que estés eternamente a mi lado. Así que, ¿me aceptas como tu pareja para crear un futuro juntos?
Los ojos del rubio se llenaron de lágrimas sin poder evitarlo. Desde que pisó aquél lugar muchos sentimientos se habían removido, pero esa proposición había sido la gota que derramó el vaso. Sin detener el llanto le apretó las manos al tiempo que le sonreía de aquella manera tan deslumbrante que fascinaba al ojinegro.
-Por supuesto que sí. Uchiha Sasuke, tú eres todo lo que siempre he deseado, yo vine a este mundo para conocerte y desde niño te pertenezco. No importa que no seamos inmortales como los humanos piensan, yo quiero vivir para siempre contigo.
Lo ayudó a ponerse de pie e inclinó el cuello para morder y ser mordido, el primer paso de su rito de emparejamiento oficial. Una vez hecho esto se miraron fijamente con cariño y se fundieron en un apasionado beso con el que querían transmitir sus mutuos sentimientos. No tenían prisa, contaban con toda la vida por delante y la luz de la luna como testigo para hacer el amor por primera vez y con ello completar su ceremonia.

Quién sabe si fue coincidencia o, como dijo Itachi, inconscientemente Sasuke eligió precisamente la habitación que alguna vez fue del anterior segundo príncipe, la cual fue escenario del amor entre él y su guardián diurno. Pero ese castillo significaba muchísimo en la historia, pues fue ahí donde todo comenzó, se desarrolló, atestiguó la unión de Uchiha Sasuke y Namikaze Naruto y fue también donde sus vidas terminaron. Ahora sería escenario del inicio de una nueva y maravillosa historia para estos dos eternos amantes protagonistas.

FIN
THE END
OWARI

5 comentarios:

  1. hermoso!!!!
    lo adore,
    T.T lloro de felicidad esos dos de verdad nacieron para estar juntos

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  2. Aww que lindo!!
    Creo que con esto ya esta perdonado el que nos hicieras sufrir en el fic con la muerte de Naru u.u
    Sin duda quedo muy lindo :D

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  3. higa-sama eso fue tan lindo

    TT_TT me acorde de la historia de sasuke-sama y naruto-san y fue tan triste

    pero es bueno que al fin tengan su final feliz...

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  4. de verdad lo amee
    shiii

    hermositooooooo

    me gustoooooooooo

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  5. Que hermoso!! ;u; al fin quedaron juntos, como debía ser :D
    seria muy lindo ver a sus hijos... yo solo digo ¬u¬

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