Presentación

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales,

mi confidente y el que me traiciona,

el que me apoya y el que de mí depende;

y lo más espantoso de todo:

es mi igual"



domingo, 18 de enero de 2015

Escena HNF II

De los tíos fallecidos y los sobrinos cuyos nombres comparten

Aquél día Shizui (17 años) se encontraba en casa preparando un poco de ramen. Sus padres se encontraban fuera de Konoha porque asistieron a la reunión de Kages, su hermano Fumiya iba en el equipo que los escoltaba, su hermana Miku estaba de misión con su equipo y tardaría unos días en volver, mientras que Itachi (8 años) seguía en la academia. De hecho le parecía raro que ese pequeño torbellino rubio no hubiese llegado todavía.
-Espero que no esté causando problemas ni alboroto.
-¡Aniki, estoy en casa!
El moreno sonrió al escuchar esa voz y unos escandalosos pasos corriendo a su encuentro. Segundos después su hermanito apareció en la cocina y se arrojó a sus brazos.
-Bienvenido a casa, otouto-chan. ¿Cómo te fue?
-Jejeje, muy bien –lo miró-. Aniki, vamos a Ichiraku, muero de hambre. Anda, ¿sí?
-Vaya, y yo que me esforcé en prepararte un ramen casero.
-¿De verdad? –sus ojos negros se iluminaron- ¡Genial! –se le trepó a la espalda como si fuera koala- ¡Eres el mejor, aniki!
-Espero que no lo digas sólo para comer doble porción –le desordenó el cabello con cariño
-Por supuesto que no.

Por la noche y ya que eran los únicos en aquella enorme casa, Shizui le sugirió al niño que durmieran juntos, a lo cual él accedió emocionado. Sabía bien que su hermano no era un niño miedoso, al contrario, por eso solía meterse en problemas, pero amaba pasar tiempo con sus padres o hermanos mayores. Quizá a veces por ser el menor se sentía un poco solo, por eso todos trataban de consentirlo cuando podían.
-Buenas noches, aniki.
-Buenas noches, otouto-chan.
Sonrió cuando segundos después pudo escuchar unos leves ronquidos. El rubio tenía la peculiaridad de poder dormirse al instante. Se acomodó a su lado y ya que era una noche tranquila, también se quedó profundamente dormido. Pero sin que los niños se dieron cuenta, ambos estaban siendo observados por dos jóvenes pelinegros: uno tenía el cabello largo y con unas marcadas ojeras en el rostro mientras que el otro lucía cabello corto peinado en picos y le faltaba un ojo.
-Entonces… Sasuke-chan le puso mi nombre a su primogénito –dijo el pelicorto y sonrió-. De verdad que me siento conmovido y halagado.
-Supongo que él y Naruto se sintieron agradecidos por el sacrificio que hiciste por esta aldea, Shisui-san.
-Eso y que era tu mejor amigo, Itachi –rió-. Y era obvio que a ti tampoco podían dejarte de lado. Ese pequeño niño no sólo lleva tu nombre, si tuviera marcas bajo los ojos, serían idénticos a los tuyos.
-Quizá, pero su sharingan…
-Lo sé. Todavía no lo ha manifestado, pero podrá desarrollar la misma técnica ocular que yo: el Kotoamatsukami –suspiró y su expresión se tornó afligida
-Descuida, Shisui-san, creo que él estará bien –sonrió con ternura mirando a los niños-. Tiene una buena familia y este hermano mayor es sumamente devoto y protector. Moriría sin dudarlo por protegerlo.
-Eso tampoco me gustaría porque al final quienes sufrirían serían los que se quedan en este mundo. Ya vimos lo que pasó con Sasuke-chan, por fortuna Naruto-kun nunca desistió de perseguirlo hasta que logró traerlo de vuelta.
-Agradezco tener un cuñado tan terco, obstinado y decidido.
-Jajaja, exacto –se acercó y le acarició la cabeza al azabache cuyo nombre compartía-. Shizui-chan, si quieres proteger a tus seres queridos, no importa lo que suceda, debes regresar con bien para seguir a su lado.
-Eres el mayor, Shizui, y por eso querrás ser un gran ejemplo para tus hermanos, pero por experiencia te doy un consejo: no dejes de divertirte y pasar tiempo con ellos. Cuídalos bien y también a tus orgullosos padres. Y tú, mi pequeño rubio –le pasó una mano por la mejilla-, trata de no causarles tantos dolores de cabeza a la familia.
-Y si harás travesuras, cuida que no te atrapen.
-¡Shisui-san!
-¿Qué? Es lo mismo que estabas a punto de decirle, ¿o no? Te conozco bien, Uchiha.
-Tú también eres Uchiha –sonreía por haberse visto descubierto-. Creo que es hora de irnos.
-Oye, sé que es difícil para ti y te encantaría estar con ellos, pero siempre podrás velar por su bienestar y un día, dentro de muchos, muchos años, se encontrarán.
-… Gracias.

Abandonaron la habitación e Itachi giró la cabeza para ver una última vez la restaurada mansión Uchiha donde ahora podía percibirse una enorme calidez.
-Protégelos siempre y sé feliz, otouto.
Suspiró y regresó la vista al otro moreno, su mejor amigo quien le sonreía dándole ánimos, así que correspondió al gesto y ambos caminaron hasta que se desvanecieron por completo. Ya habían concluido sus asuntos pendientes ahí. Sólo querían ver de cerca al menos una vez a los dos niños que poseían sus nombres y les agradecerían eternamente a Sasuke y Naruto por haber tomado esas decisiones para honrar sus memorias.





3 comentarios:

  1. Ahhh que bonito recuerditooo
    tan lindooou

    los adorooo

    son los chicos mas lindooos n.n

    ResponderEliminar
  2. TmOnT
    ITACHIIIIIIIIIIIIIII!!!!
    BUUUAAAAAAAAA!!!!
    Aun no supero tu muerte (y eso que fue hace un ching...montón xD)
    Es que xq los hermanos seixyyyys cof cof digo los buenos hermanos (je je) tienen que morir? Si son taaan seixyyyysss digo digo buenooooos buenooooos buenoteees *~* mmmm

    Me encantoooo
    Esta geniaaaaaaal
    Bye bye

    ResponderEliminar
  3. ToT me dio penita pobre Itachi de no poder disfritar a sus sobrinos

    ResponderEliminar